domingo, 1 de julio de 2018

Fue amor

Hace unos días tuve una revelación: me había enamorado por primera vez.

Si. Eso. Por primera vez.

Me di cuenta que todo por lo que escribí antes este blog, no era amor real.
Que los ataques de ansiedad y la terapia no fueron por un desamor real.
Que Mr Horn no era el amor de mi vida, solo era mi primer amor y es en el que uno mas apuesta justamente por eso, por ser el primero.
Que Ovárico no fue mas que un relleno al hueco de Mr Horn. Un amor de adolescencia que no dejó absolutamente nada.
Que el resto solo fueron empalmes para una persona rota y que en muchos casos la rompieron mas.

Todo eso no era amor. Ni el que me daban ni el que sentía.
Fueron caprichos.
Fueron decisiones apresuradas.
Fue creer que podían reparar algo que no.
Fueron un placebo para los problemas reales.
Fue inmadurez.
Pero no amor.

Me di cuenta que el amor no te entra por los ojos. Que podes saber perfectamente que te gustan rubios y de ojos verdes, pero que el destino es tan jodidamente jodido que el amor de tu vida no va a ser rubio y mucho menos de ojos verdes, que no va a medir 1,90 y que tampoco va a ser tres años mayor que vos.
Que si tenes un poco de suerte, sí te vas a acostar con esa persona rubia de ojos claros, de 1.90 y mas grande que vos, pero no se va a quedar a desayunar contigo y mucho menos a almorzar ni a mirar la tele con las piernas enredadas en la cama. Que se va a ir y te vas a acostumbrar a que así sea hasta que te sientas tan vacía que no estés dispuesta a soportar mas tanta superficialidad.

El amor llega en el momento, lugar y con la persona que menos esperas que suceda.aunque suene a frase trillada.

Me dí cuenta que era amor porque cuando estaba con él, yo era yo.
Porque cada vez que nos encontrábamos no podía disimular la sonrisa.
Porque no me molestaba perder el tiempo juntos.
Porque por mas frío que hiciera y mas cansancio que tuviera, nunca era suficiente para cortar las rondas de cerveza en la vereda.
Porque cuando era feliz solo quería compartirlo con el.
Porque cuando estaba triste solo quería hacer lo mismo.
Porque cuando veía algo gracioso era la primer persona en la que pensaba para mostrárselo.
Porque así estuviera del otro lado del mundo quería hablar con él.
Porque cada vez que veía algo que sabia que le iba a gustar lo agarraba inconscientemente para regalárselo aunque casi siempre me arrepentía.
Porque siempre que hablaba de él lo hacia con una admiración que jamas pensé que iba a sentir por alguien. Era eso, admiración. Era mucho más que piel.

Yo no sabia que lo era, así que con mi calesita cerebral me fui.
No le dije nada, no me anime y me fui.
No me había dado cuenta, pero por primera vez era amor.
Y fue tanto amor, que me asuste y me fui.

Había prometido que no me iba a volver a pasar.
Que no iba a volver a perder algo por no haber hablado a tiempo, por dejar al orgullo decidir, por creer que después va a venir algo mejor, porque total todo pasa.

Había prometido que no me iba a volver a pasar y pasó.
Y tuve que escribirlo porque todo eso que me guardé ahora me está pasando factura, me aprieta en el pecho y no me deja mirar para otro lado.
Porque ese jodidamente jodido destino se encarga de cruzarme en el camino todo lo que me hace recordarlo. Porque hace que se den casualidades increíbles que no me dejan de maquinar en la cabeza.

Lo tuve que escribir porque me están ahogando pero no se lo puedo decir.
Porque fue tanto amor, que me asusté y me fui.


Y ahora lo extraño




jueves, 8 de diciembre de 2016

Los miedos

Hace mucho tiempo me convencí de la veracidad de la Ley de Atracción. Todo lo que en realidad se quiere, si lo deseas mucho, a la larga o a la corta se termina cumpliendo. Lo comprobé muchas veces y las sufrí otras tantas. No es un acto de magia, no es instantáneo ni sucede de un día para el otro, pero a mas de uno le ha pasado de encontrarse en un lugar o con una persona que dos años antes había imaginado como algo imposible. Querer es poder. -Ponele-
Con el tiempo aprendí, que esto no solo sucede con el querer, sino también con los miedos. Porque los pensas, porque están ahí, porque invaden tu cabeza todo el día, y sin saber lo reflejás. Pensas tanto en eso que temés que pase, que tarde o temprano termina sucediendo, aunque sea lo que menos quieras. Podes estar en tu mejor momento, pero si tenes al fantasma dándote vueltas alrededor te puedo asegurar que vas a tirar todo por la borda. No podes pretender estar bien con otra persona si estas llena de fantasmas, porque los miedos se apoderan, te dominan y terminas siendo uno mas. Hay que librarse de ellos, hay que poner a luchar la propia Ley, que el querer discuta con el temer hasta que lo eche, y ahí si: empezar a vivir.

Este año, en el que me había propuesto, después de mucho tiempo, por fin volver a vivir, esta teoría se me hizo materia como un balde de agua fría. Me di cuenta que los fantasmas viven todo el tiempo dentro de mi y se pelean por salir cada vez que me ven bien.
Comencé enero conociendo a quien creía que cumplía todos los requisitos para ser quien me llene todos los huecos que habían en mi. Fue de manera casi cinematográfica, casi irreal, tanto que así como llegó se fue. Nos vimos, salimos, me cocinó y se borró. Algún día probablemente profundice en su historia porque lo merece, pero no hoy.

Mientras estaba devastada por su huida reapareció quien hace dos años se había ido casi de la misma forma pero esta vez venia a salvarme (o por lo menos eso creía en ese momento). Era tan perfecto. Compartíamos banda favorita y esa fue nuestra primer salida. No entendía nada. Nuestro primer beso en la rambla, estar viéndolos a ellos en vivo, las 8 cervezas, dormirnos en el bondi y casi despertarnos quien sabe donde, el abrazo de despedida esa noche en la esquina de casa que significaba el primero de tantos otros. Así empezamos, nos empezamos a ver todos los días, le plantée todo lo que no quería que me hiciera, porque ya después de una vez una se va curando de espanto, él acepto. La relación empezaba a hacerse mas sería. Él me presentó a sus amigos, yo le presenté a los míos. Salíamos a comer juntos casi todas las noches. Hicimos el amor en el parque. Quise cada centímetro de su piel. Lo quise a él.Tanto, tanto, tanto, que se esfumó.

No entendí ni entiendo hasta hoy que fue lo que pasó.

Cada vez que nos veíamos me juraba que quería que yo fuera su novia, que estaba seguro de lo quería, que no iba a volver a hacer lo mismo. Y lo hizo.

Pero esta vez fue peor. Esta vez la relación fue mucho mas allá, no solo de piel, sino de sinceridades, yo le había abierto el alma y había confiado en él como en nadie. Y se fue. Se fue dejándome en el fondo de un pozo del que todavía no puedo salir. Nunca me dió explicaciones mas que "No se que me pasa, se que soy raro, pero a veces quiero estar solo".

Como le podes decir eso a alguien a quién le juraste el mundo?

Gracias a él empecé terapia. 
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(Éste borrador lo tenía guardado desde abril de 2015, termina chancho pero no tenía ganas de retocarlo, se imprime así)
Hoy vuelvo al blog después de mucho tiempo.

Y tengo mucho para decir. 

Paradojicamente, el sábado, él me escribió. 



jueves, 12 de febrero de 2015

Fin de año.

Y bueno.
Fuimos así.
Una madeja de idas y venidas.
De despedidas y reencuentros.
No voy a volver a repetir que esa fue nuestra última vez, aunque por primera vez en mi vida, de corazón deseo que así sea.
Sé que repetí hasta el hartazgo de quienes me rodean que no iba a volver a tropezar, y lo hice. Por eso ya no no hago promesas, sino que me pongo metas, y éste año la mas importante es no volver a verte.

Último domingo del año.
Vos no me habías contestado a un "Feliz cumpleaños", y tampoco habías hecho caso a una declaración nacida del alcohol. Me habías visto con otro, y eso te hacía mantener distancia. El orgullo ante todo.

Último domingo del año.
11 de la mañana.
Llamada perdida y mensaje en la bandeja de entrada.
Nueva llamada.
"Vos podes escribirme en pedo un sábado de noche y yo no puedo escribirte un domingo sobrio a la mañana?"
Y ahí caí de vuelta. Porque no había nada para hacer, Nada mejor que hacer. En los últimos días mi cabeza andaba rondando con la idea de vomitarte todos mis sentimientos, todo eso que vengo guardando hace seis años, y después, despedirme. Que manejaras esa información como pudieras. Pero que era la despedida.

Último domingo del año.
Calor.
Buscamos un lugar donde pudiéramos estar cómodos.
Terminamos amándonos como nunca lo habíamos hecho.
Y no hablo de amar en sentimiento, hablo de amar en piel.
Y no puedo arrepentirme.
Porque me miraba al espejo y nunca había estado tan linda. Nunca había estado tan flaca. Tan felíz. Tan desnuda. Nos mirábamos a los ojos y era como si el tiempo no hubiese pasado. Como si nada hubiese pasado. Como si desde ese primer beso hasta ahí, todo hubiese sido felicidad.
Me olvidé de los rencores, de las desilusiones, del resto del mundo.
Solo vos y yo. Y afuera: el abismo.

Último domingo del año.
Todo lo bueno se termina. El hechizo se rompe.
Volvimos a ser los mismos de siempre.
Volvimos a pelearnos como siempre.
Porque no podemos estar juntos sin rozar la furia. Nos salen los monstruos de adentro. Primero a vos. Y después yo respondiéndote.

Último domingo del año.
Frente a casa.
No podemos seguir asi.
Vos tan mierda, yo tan histérica.
Te amo.
Silencio.

No volvimos a hablar.


jueves, 9 de octubre de 2014

En la boca del lobo.

Yo ya lo se. Lo tengo claro. Estas cosas me pasan porque yo quiero, porque si no hiciera las cosas como las hago, si cortara el hilo de una vez, nada sucedería. PERO, acá estamos.
Enredados todo el tiempo, sin lograr tomar distancia, como si nuestros caminos estuviesen destinados a cruzarse todo el tiempo, pero con un muro en medio.
Y eso no vale, yo así no quiero jugar mas.
De nada sirve que su familia sea ya mi familia si él no me mira con amor. Si no lo tiene. Si no lo siente. O no lo demuestra. De nada sirve que me inviten a reuniones familiares si vamos a estar cada uno de un lado de la mesa agachando la cabeza para no cruzar miradas. De nada sirve si me invitan a pasear y vos no vas.
Entiendo que ésto les parecerá muy extraño, pero es la realidad, MI realidad, porque si, hay cosas que solo me pasan a mi. Mis ex suegros me adoptaron de hija ya que sus dos hijos volaron del nido (va, él no, pero es como si no existiera). Por qué seguir negando lo que nos pasa? Por qué no sos capas de admitir y aceptar lo que sentís? Por qué ese miedo? La mitad del trabajo está hecho, todos saben nuestra historia (aunque no se que tan bueno esté), y vos, sobre todo sabes todo lo que viví por vos, todo el aguante que te tuve, y lo poco que me valoraste, lo poco que lo seguis haciendo, y eso es lo que mas me molesta. Porque por qué sos así? Por qué no podes ser como todos los demás? Por qué yo no puedo ser como todas las demás? Por qué no tengo a alguien arrastrándose por mi? Por qué sigo llorando por vos? Por qué no se logra terminar ésta historia de una maldita vez?
Supongo que todos saben ya la historia del accidente, y lo mucho que me preocupé y lo poco que le importó. Por suerte para la familia no fue así, y pasa que cuatro años después me siguen agradeciendo, y es por eso el amor que recibo. Ayer fue el cumpleaños de mi ex-cuñada, estábamos todos, y al despedirse, una de las abuelas (que no me había visto desde el accidente) se acercó, me apoyó la mano en el hombro y me dijo al oído:

No me había dado cuenta que vos eras Lolita, yo te quiero mucho, siempre pregunto por vos, nunca me olvidé de todo lo que estuviste en el hospital cuando el accidente..
Qué cara pones si te dicen eso? casi pianto el lagrimón. Que una persona para la que crees que sos invisible te diga eso... no tengo palabras para explicar, fue una especie de angustia, nostalgia, alegría de saber que alguien te valora, ternura, rabia. Rabia de que vos no seas capas de ver eso, de decirme "Vo, vamos a hacer las cosas bien, quier dormir contigo todas las noches, abrazarte y que seas solo mía, y yo solo tuyo" Y QUE SEA VERDAD, que no te de miedo a los dos minutos, que no quieras salir corriendo.
Necesito escapar de ésto porque no puedo mas, pero a la vez no quiero, o no encuentro la forma. Distanciarme de su circulo no es una opción, porque fue la gente que mas estuvo en mis peores momentos y eso es impagable. Pero ya no entiendo qué hacer para dejar de sentirme mal cada vez que nos vemos, va, cada vez que yo te veo, y vos, esquivas. 

domingo, 17 de agosto de 2014

martes, 15 de julio de 2014

Mi mundo

Vivo en un mundo en el que los de afuera pueden opinar sobre tu vida con total impunidad, e incluso manipularte a su antojo. Un mundo en el que si opinas distinto a ellos tu solución es un psicólogo, porque evidentemente no entendes nada.
Vivo en un mundo en el que todo es descartable, incluso las relaciones, y eso no parece preocuparle a nadie. Un mundo que se olvida que vive en sociedad, y por definición, las decisiones de uno afectan al de al lado, y asi es como empezamos a volvernos cactus, que lo único que hacen es lastimar.
Vivo en un mundo en el que la gente no te deja llorar "porque estas grande", como si los lagrimales tuvieran fecha de vencimiento. Un mundo que celebra las injusticias, y festeja el beneficio de uno, incluso cuando signifique la desgracia de otros dos.
Vivo en un mundo, al que lo mejor que puede pasarle, es explotar. 

viernes, 20 de junio de 2014

Crecer-Reventar-A tu lado estar..

Es increíble como siguen pasando los años y hay gente que siga recordándonos..
No hablo de mi, que por supuesto, si no me acordara todos los dias éste blog no tendría sentido, ni de mis amigos, a quienes atomizo cada vez que tengo oportunidad, ni tu familia, que daría lo que fuese por vernos juntos de vuelta y corregirte un poco.
Hablo de gente anónima, o gente que nunca pinchó ni cortó en nuestras vidas, o que simplemente lo vio todo desde afuera. Pero fueron espectadores. De como me boludeaba, y como yo boludeaba.
Y las malditas redes sociales, que aunque las deteste, si no fuera por ellas nosotros probablemente nunca hubiésemos sido nada, y probablemente yo nunca hubiera tenido novio. Pero convengamos que siempre nos cagó la relación. Los celos y los likes van de la mano, las fotitos con amigas en un baile, un like de un gatito en alguna foto... es un circulo vicioso que desencadena en la locura. Altamente perjudicial para la salud. Sin embargo, en nuestras peores épocas de guerra, vos lo usas como arma mortal de mi fortaleza, y entonces, de la nada aparecés, como hiciste hace 2 semanas, entras a mi muro, y le das like a todo lo que encontras. Pero no me hablas. Y mucho menos me mandas un mensaje. Entonces yo me conecto y me encuentro con tu cara por todos lados, y quedo ahí, desconcertada, porque claramente fue una indirecta que yo no estoy entendiendo. Y asi me paso los dias, con la esperanza de que me escribas y me des una explicacion a esa reacción tan infantil. Porque no hay necesidad de hacer esas cosas adelante de todo el mundo, si queres decirme algo, me escribís y chau. Pero el mensaje nunca llega.
La gota que rebalsó el vaso, fue, cuando un ser desconocido, de supuesto sexo masculino, me habla al chat y me escribe:
'Hola, vos sos la novia de Mr. Horn?'
Si señores, 18 de junio de 2014 y a mi me preguntan esas cosas. 

Me descolocó, le respondí que no, que hace 4 años que no lo era, a lo que me retruca que hacia poco nos habia visto juntos (ALERTA: Hay alguien que se ocupa de ver lo que hacemos y lo que no), y siguió indagando cosas privadas como si cada vez que nos veíamos "estábamos" o nos veíamos y ta, para finalizar con un innecesario y malintencionado: 

'Ah porque lo vi el domingo con una rubia y pensé que eras vos'
QUE SOBERANAMENTE ME ROMPIÓ LAS PELOTAS QUE NO TENGO

Qué necesidad de reflotar esos temas? Qué necesidad de hablar de él? Qué necesidad de que un completo desconocido me pregunte esas cosas? Qué necesidad de enterarme que anda con otra rubia? NINGUNA!
Fue como volver al pasado, cuando existía el fotolog y gente mala gente (valga la redundancia) escribía anonimamente para decirme cuan cornuda era. O gente que me conocía y por lastima me hacia preguntas dándome a entender de que eso no era una relación de pareja, pero nunca eran directos. 
Fue volver a revivir todo eso, esa inseguridad, de que todos saben lo que pasa, menos yo.